Entrada escrita por un servidor y Libertad García-Villada.
Se termina noviembre.
Hoy puede ser un día cualquiera, o uno un poco especial. Y por esto mismo, puede ser un buen momento para disfrutar de dos poemas.
Cualquier día es bueno para leer poesía.
Ambos los he escrito a cuatro manos con mi compañera Libertad.
La escritura a cuatro manos es un largo proceso de versiones, notas, rectificaciones y cambios. En un relato, el «argumento» no suele cambiar una vez definidos nuestros objetivos, aun con todas las sugerencias propuestas.
En poesía es más complicado. Un solo verso puede cambiar todo el sentido de una estrofa e incluso determinar que haya que rehacer el poema, que acaba siendo otro distinto.
Como comento, es un camino arduo, pero también muy enriquecedor.
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