Música y poesía (1): The Highwayman

La poesía y yo mantenemos una relación de amor-odio. Las palabras bonitas me resultan desagradables, aunque suene ridículo, pero algunos poemas me hacen llorar, literalmente. Así de frágil es uno.

A veces, un compositor se fija en un poema y decide acompañarlo de música y de su propio ritmo. Si el compositor es brillante, como en este ejemplo, el resultado es fantástico y eterno.

Dicen en La Historia de la Semana que

“El tema musical de esta semana es una balada de Loreena McKennitt con letra de un poema de Alfred Noyes titulado The Highwayman, que se podría traducir por El bandolero.

Narra una bonita (y triste) historia de amor entre un salteador de caminos y la hija del dueño de la posada. Cuando va a despedirse de ella para otra de sus correrías, un pretendiente celoso lo denuncia y … ocurre la tragedia.

Alfred Noyes es un poeta inglés del siglo pasado que es conocido sobre todo por esta balada.”

El vídeo incluye la letra subtitulada. Aquí puedes consultar el poema completo en inglés.

 

Los hombres hacemos del mundo un lugar mezquino y ruin. A pesar de todo, la poesía y las buenas historias, con toda su crudeza, nos permiten encontrar la belleza en las emociones más insospechadas.

No te pido que veas el vídeo… ¡Son diez minutos! ¡Eso es una eternidad en un blog! Pero a lo mejor otro día encuentras un rato y te apetece disfrutar de la preciosa combinación de estos dos artistas.

Y quizá, sólo quizá, por un momento te olvidarás del mundo real y soñarás con este otro mundo, el inmortal.

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