La psicopatía de los niños

Aunque es un término muy genérico, por psicopatía me refiero a la falta de empatía de la que tan a menudo hacemos gala nosotros, los humanos.

Aquí se explican mejor que yo.

 

Perfil de un psicópata

Tanto Miguel Gutiérrez como el novelista Andreu Martín coinciden en identificar una serie de características que definen a un psicópata:

  • Una persona con una cruel despreocupación por los sentimientos de los demás. Desprecia profundamente a quien expresa sentimientos humanitarios.
  • Una falta de empatía con los demás: son incapaces de sentir o experimentar las emociones ajenas, lo que los demás sienten o perciben. Son personas egoístas y egocéntricas.
  • Tienen actitudes irresponsables y rechazan las normas: no admiten reglas ni obligaciones sociales, lo que les lleva a tener una incapacidad para mantener relaciones sociales duraderas.
  • Tienen una baja capacidad de frustración.
  • Son personas muy impulsivas y suelen tener descargas agresivas, lo que no significa que sean comportamientos mantenidos.
  • No tienen sentimientos de culpa, hagan lo que hagan.
  • No aprenden de su propia experiencia, ni siquiera aprenden del castigo, por lo que nunca asumen sus propias responsabilidades y atribuyen todas las culpas a los demás.

En palabras del escritor catalán, “la expresión preferida de un psicópata es: ¡que se joda!”.

Hace un tiempo sentenciaron a dos estudiantes que, con sus continuas vejaciones, llevaron al suicidio a una niña de 14 años. La niña, cuando ya no pudo más, se arrojó por un acantilado y puso fin a su vida.

¿Qué lleva a las personas, a tantas de nosotras, a actuar con una falta de empatía tan acusada? En el colegio, cuando el fuerte hacía daño al débil, los demás callábamos. A veces nos reíamos, porque no estábamos en su lugar, porque así nos hacíamos amigos de los fuertes, porque era más fácil callar y mirar hacia otro lado.

Vídeo un poco soso para mi gusto, con una banda sonora preciosa.

 

Luego, al crecer, miramos hacia otro lado porque hemos aprendido que el sufrimiento de los débiles no es relevante en nuestras vidas. Será por falta de ámbitos donde aplicar esta máxima, y no todos son humanos.

Como la mayoría de los seres vivos, ol’ buddy

 

Durante años, mis relatos han versado sobre asesinos y psicópatas. Quizá utilizaba la literatura para dejar escapar mi propia psicopatía, igual que otros utilizan sus puestos de poder. Si tenemos en cuenta la fascinación que ejercen sobre nosotros los personajes de este tipo, veremos que, en el fondo, muchos de nosotros queremos ser como ellos: fríos e insensibles.

¿Son así los niños? ¿Les enseñamos a no meterse en líos y guardar silencio antes que a hacer lo correcto? ¿Les educamos en el egoísmo y les decimos que antepongan el provecho personal al social?

Quiero creer que no. Pero, si echo un vistazo a mi alrededor o a las noticias, siento que somos todos o psicópatas o cobardes. Sólo así se explica el mundo que permitimos.

Y ahora, sigamos hablando de las cosas importantes.

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