pupila en mi pupila azul.
¿Qué es turgente? ¿Y tú me lo preguntas?
Turgente… bueno, eso.
Lo siento, señor Bécquer, no quiero ser irrespetuoso, pero su poema (algo pastelero, todo hay que decirlo) me venía de perlas.
Y ¿a qué viene esta entrada? Porque hoy, de una vez por todas, he decidido desterrar de mi vida la expresión “turgentes pechos”.
Si tú eres de los que no sabe describir un pecho femenino sin recurrir a las turgencias, dime, alma de cántaro: ¿en qué otras condenadas ocasiones utilizas el adjetivo “turgente”? ¿No puedes usar el diccionario de sinónimos? ¡Estoy seguro de que tu editor de textos incorpora uno!
MS Word galleta 2010. “Turgente”. Sinónimos: abultado, elevado, prominente, redondo, curvo.
RAE: 2. adj. Med. Dicho de un líquido: Que hincha alguna parte del cuerpo.
Vamos, admítelo. Al leer la acepción de la RAE te ha dado la risa. Pero qué fácil, vulgar y pueril eres. No hacemos vida de ti.
“Turgente” es un adjetivo que utilizan los escritores con poca imaginación, poco hábiles, para referirse a un pecho femenino de forma delicada, pensando, y se equivocan, que es una forma culta de describir unas bonitas tetas. Con perdón.
¿Por qué digo que es un adjetivo equivocado? Porque su uso se ha generalizado de forma exclusiva (¡toma ya!), se ha popularizado refiriéndose sola y exclusivamente al pecho femenino, de forma que cuando alguien dice “¡turgentes!” es inevitable pensar “¡pechos!”.
Así de cursi te lo cuento.
Y no soy el único. Me consta que un número creciente de lectores cierran el libro y lo echan al fuego cuando leen la expresión “turgentes pechos”*. Para que no cometas errores similares, si eres de los que escriben y describen, aquí tienes una pequeña lista de expresiones similares a la hora de referirte a un personaje femenino:
- Dientes blancos como perlas
- Pelo negro como [inserte aquí su tópico favorito: la noche, ala de cuervo, los testículos de un grillo, etc.]
- Piernas torneadas
- Sonrisa luminosa
- Ojos azules como el cielo/el mar/el césped (sólo para escritores daltónicos)
Y tal.
La mediocridad me deja los cojones turgentes.
Ya lo siento. Eso tiene que doler. XD
Para información de Eduardo Turgente (perdón, Enjuto), esta definición de “senos turgentes”, desde la anatomía:
“Importante es establecer que existe lo que se conoce como turgencia mamaria. Ella consiste en que los pechos tengan las venas muy marcadas, parezcan pesados y tanto las areolas como los pezones estén más grandes de lo habitual así como mucho más sensibles a cualquier roce e incluso algo despigmentados”
Desde luego, no se parece en nada al uso literario que se suele dar a esa expresión. XD
Ante la duda, lo mejor es usar cualquier otro adjetivo menos manido, y listo!
Turgente. Para referirse a las tetas me trae a memoria unas que no están colgadas ni caídas por su peso.
Ejemplo, unas tetas turgentes son como cañones apuntando, vigorosas pero suaves y un poco redondas, hacia adelante.
Buen ejemplo, que por alguna razón me ha recordado a Afrodita-A, jajaja!
🙂
¡Muchas gracias por leernos!
Jajajaja!! De lo que se quejan
Soy estudiante de biología. Estaba buscando las definiciones de “Turgencia” y he aterrizado aquí.
Pero, ya que estamos, dejaré mi aportación para los escritores nóveles y no tan nóveles:
– Dientes blancos como perlas
– Pelo negro como [inserte aquí su tópico favorito: la noche, ala de cuervo, etc.]
– Piernas torneadas
– Sonrisa luminosa
– Ojos azules como el cielo/el mar/el césped
Son expresiones perfectamente válidas y muy gráficas. Que nadie te cuarte porque “se usen demasiado”. Basta ya de esta represión ridícula. Lo importante es el contenido de tu novela, y si estas expresiones funcionan para que los lectores conozcamos a tus personajes, ¿por qué no las vas a usar? Si se te ocurre otra manera de describirlos hazlo de otra manera, pero tampoco te agobies.
Atentamente: Un lector afanado.
Con el resto del post estoy de acuerdo.
Totalmente de acuerdo: ¡lo importante es el contenido de la novela! Y desde luego, si una descripción funciona y queda coherente con esas expresiones, ¿por qué no usarlas?
El problema con estas expresiones es que se han convertido en un “lugar común”, un cliché de las expresiones, un recurso tan extendido que, al leerlo, a muchos lectores les recuerda a otros textos… de calidad, o no.
Por poner un ejemplo, es como la escena del protagonista de una película que, cuando le ha sucedido algo terrible, levanta la mirada a una cámara que lo enfoca desde lo alto y, mientras la lluvia empapa su rostro, grita “¡noooo!”. Es una escena tan recurrente, se ha usado tanto, que hasta se ha convertido en paródica (ver Futurama para más detalles XD).
Y ese es el riesgo de usar expresiones como “turgentes pechos”: que el texto, más que elegante, se vuelva chistoso.
Dicho todo esto, insisto en que tienes toda la razón cuando dices que lo importante es lo que es, y que nadie debería sentirse coartado para usar las expresiones que le venga en gana… ¡faltaría más!
¡Muchas gracias por leernos!
Afortunadamente, el autor es un hombre.
En principio había pensado que ‘la autora’ del artículo era una señora que ya no tenía los ‘senos turgentes’ y de ahí que escribiera este artículo.
P.D. Es broma.
A este tipo me le dais una paliza y lo echáis del local por gracioso. Id sacando algún colchón* para tirarlo entre dos al suelo como en las películas…
El asunto de la expresión “turgentes pechos” es muy serio y no admite bromas. XD
*Tampoco hay que pasarse.