De ilusión también se vive

Estoy un poco vago, lo reconozco. Más que vago, desganado. Por eso os voy a contar algo que me ha hecho recuperar la motivación literaria.

Este hombre está sufriendo

Hace unos meses aconsejé escribir microrrelatos como ejercicio ligero (aquí el link a la entrada). Lo hice por el poco tiempo que consumen, la utilidad de éstos y, eventualmente, porque te los publican. No os voy a engañar, es muy fácil formar parte de una antología de 400 autores; lo jodido es salir ganador. En casi cualquier chorriconcurso se te presentan quinientos aspirantes. Miles, incluso. La competencia es feroz y las posibilidades de destacar entre una muchedumbre deseosa de una pizca de notoriedad, muy bajas.

Pues resulta que he ganado un concurso de microrrelatos, y de 800 participantes, ni más ni menos. La conquista fue una alegría completamente inesperada. De hecho, la historia sobre como me enteré es bastante curiosa y no la voy a explicar aquí para generar ansia.

La condición del concurso era que el texto hiciera alusión a la primavera. La mayoría de los relatos eran muy ñoños; Auténticos bodrios que harían vomitar arco iris a un unicornio. Terribles, de verdad. Supongo que el mío ganó porque no se parecía en nada al resto.

Así que sin mas rollos, os presento el relato:


Redoble de tambores

El último hombre de la tierra ha talado el último árbol en pie y su hacha yace en el suelo, tirada. La humanidad ha muerto; el egoísmo fue su verdugo. El mástil del arma se pudre en el suelo y de la madera descompuesta brota una ramita que al tiempo florece. Es una nueva primavera para el planeta Tierra, pero ésta vez sin nosotros. Ella nunca nos necesitó. La humanidad nunca pudo decir lo mismo.

¡Esperad! ¡Aún no he acabado!

También tengo el relato en audiolectura.

Dalealaic y suscribe

¿No está mal, verdad? La editorial que ha publicado el relato la tenéis a continuación: Diversidad Literaria (@Diverliteraria). La ilustración 3D corre a cargo del diseñador industrial Héctor Alonso (el mismo que hizo las imágenes esas tan chulas de este otro articulillo) y la voz, ¡oh, la voz!, la pone Carlos Heredia, acto de teatro, cine y TV. La última obra suya que vi fue Cyrano de Bergerac; recomendadísima, por cierto. En un principio la narración del vídeo la iba a correr a cargo de un colega con voz carajillera, pero cuando hay un profesional metido en el ajo… se nota.

¿Y el premio, os preguntaréis algunos? Pues un lote de libros, varias copias de la antología en la que participé y un contrato editorial. Esto último va a traer cola, así que sospecho que esta entrada tendrá en el futuro bastante repercusión. Pues eso, que al final el esfuerzo ha dado sus frutos. Tenía algo de razón, blabla. Y por añadir algo productivo a la entrada, aquí os dejo unos consejos para escribir microrrelatos.

  • Piensa en escribir una historia, no un resumen de otra.
  • El microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es resolver el conflicto que se plantea en las primeras líneas.
  • No te líes con los saltos temporales.
  • Tres personajes ya suelen ser multitud.
  • Con un escenario o dos ya vale.
  • La elipsis es tu amigo.
  • El microcuento es un ejercicio de precisión, de acotar las palabras. No desperdicies el título.
  • Los microcuentos cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.
  • La abstracción quema, o en este caso, arruina relatos.
  • Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. En cada maldito concurso te vas a enfrentar a cientos, si no miles de autores.

La escritura es una carrera de fondo. Usad los concursos como paradas técnicas, y en el peor de los casos, ya se sabe que de ilusión se vive.

Escriban

Sabe a victoria

Este soy yo

5 comments on De ilusión también se vive

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.