Hoy la entrada se compone de tres poemas relacionados entre sí.
Una reflexión sobre el amor y el deseo, y el viaje que plantean estos sentimientos.
La mayoría de las veces no somos capaces de demostrar nuestro cariño, lo hacemos de manera oculta, ya que perdemos la ocasión, ese instante apropiado; sentimos turbación, o nos formulamos demasiadas preguntas. Y el tiempo pasa. Y cómo.
Buscamos cobijo, un lugar firme, que pertenezca a nuestra rutina, y nos escondemos allí dentro cuando esto ocurre.
Por este motivo, cada poema está enlazado con un elemento material, estructural, arquitectónico. Y así aparece una definición al inicio de cada uno de los tres.
No somos configuraciones firmes y, en el devenir de la vida, tenemos dudas sobre lo que sentimos.
¿Buscamos cobijo para el corazón? Continuamente.
Ese lugar acogedor que no acaba de aparecer por ningún sitio.
En ocasiones es preferible sentir la lluvia, la sal del mar y el calor de un beso.
Espero que te gusten.
AMOR OCULTO
forjado 1. m. Constr. Elemento que forma la estructura resistente de un piso,suelo o cubierta, sustentado a su vez por pilares, vigas o muro.
Arraigo en toda tu esencia. Yazgo, vehemente amo. Agitado, contemplativo; en tus sueños —los míos— todo sucede; pienso que después, tras ese instante de entrega, ese roce sincero, la lágrima que sin darme cuenta surge y retiro de la cara, apresurado, por lo inesperado, no habrá nada más. Amo, vehemente encuentro. De repente, aparece. Ahora ella ocupa todo ese espacio ¿nuevo? que recuerdo. No discierno, el afán, nuestros besos, lengua y saliva, postergados —son— los que me faltan. Un día los tuve todos y ahora la duda, sin embargo tiene todo mi amor ¿nuevo? y deseo franquear mi cuerpo para estar donde ella acaricie mi alma. De nuevo.
DESEO OCULTO
encofrado 1. m. Molde formado con tableros o chapas de metal o de material análogo, en el que se vacía el hormigón hasta que fragua, y que se desmonta después.
Las elipsis no me perdonan. Quieren que la voz detalle mensajes encubiertos, los fundamentos, todas las vivencias de algo distinto que creía quimérico, la esencia de mis escritos, —en definitiva— de todas mis palabras. Mis desaciertos. Lo que transcribí es opuesto, aunque sean los mismos verbos. Su destinatario lee y escucha, mira sin ser ajeno; mi locución no es la misma ni siquiera siento como propia —por mi nerviosismo— la soflama: un intento de compensar ¿ocultar? la angustia, la pena y el miedo. Tal vez son capas cubriendo mis verdaderas ansias. Acaso ¿no es un devenir? ¿Sentir que soy el mismo? Mi amor, no sé si jugando, me desconcierta. Mientras, no puedo dejar de mirarte. Siempre deseaba decirte, muy cerca, que te esperaba. Gritarlo desde dentro. Entregar el alma. Con otro silencio.
VIAJE OCULTO
enlucido 1. m. Capa de yeso, estuco u otra mezcla, que se da a las paredes de una casa con objeto de obtener una superficie tersa.
El recorrido se impregna de lágrimas amargas. Las oculté estando juntos. Conozco su naturaleza, son fruto del amor. No quiero evitarlas. Me deshago por dentro. El regreso me desune, inexorable —de lo que más anhelo—: tu presencia, las caricias, los besos, todo un instante, fijo, eterno. Cada minuto una vida. Cada vida, nuestro momento. Hermoso por la entrega. Injusto por la distancia. Breve. Imborrable en los pensamientos. ¿Puedo vivir esta prórroga? Tu cariño me dará aliento mientras, cada instante que me aleja me acerca al futuro que nos aguarda. Así viaja el tiempo.