Antología de ciencia ficción: Primer Contacto ¡LA ENTREVISTA AL GANADOR!



Entrevista a Pruden Rodríguez, autor de Wörmaller.


Tal y como comentamos cuando presentamos las bases de la «Antología de ciencia ficción Relatos y Mentiras: primer contacto», el ganador, además de recibir como premio al mejor relato dos libros de la autora Ursula K. Le Guin [el primero, Gifts, en versión original en inglés, de la editorial Harcourt Books, primera edición (del 2004), y firmado por la autora; el segundo libro, En busca de mi elegía, edición bilingüe castellano/inglés, de la editorial Nórdica libros, edición de 2023], también tendría la oportunidad (previa conformidad) de participar con una entrevista en el blog Relatos y mentiras.

Ese momento ha llegado y hoy os presentamos la entrevista realizada en Barcelona el pasado viernes 27 de septiembre.

Pruden Rodríguez es una persona cercana, amigable. Para quienes no estén al corriente, es un escritor que ha destacado en numerosas convocatorias literarias. Puedes saber más sobre él visitando su perfil, que recoge todas sus RRSS y logros conseguidos.

Por nuestra parte, podemos afirmar que la entrevista aporta mucho sobre sus inquietudes y sus expectativas.

No son respuestas elaboradas de antemano: Pruden Rodríguez nos habla desde el corazón.


RyM: Sabemos que resulta típica la pregunta. Sin embargo, aquí va: ¿por qué empezaste a escribir? 

Pruden: Ahora, recientemente, que es la primera etapa productiva que he tenido, en 2023, yo creo que fue un poco por la crisis de los 40. Siempre me había gustado este tema —no es que se me ocurriera con los 40 el tema de escribir—, pero no lo había hecho nunca, no lo había hecho en serio nunca. Hice sociología en la Autónoma y dejé la carrera a medias porque dije «voy a contar historias». Entonces me dio más por el cine en aquella época: hice dos años de guion de cine y lo intenté, pero, en fin, ni el cine era para mí ni yo era para el cine, y lo acabé dejando. Entonces ahí se cortó un poco ese primer empujón que era «quiero contar historias», que no sabía cómo ni para qué. Y entonces apareció el blog de viajes, quizá un poco más tarde, al que le estuve dando vueltas. Lo comencé como una afición pero se acabó convirtiendo en un trabajo. Lo que escribo allí es un poco gris; con esto me refiero a que es puro texto «Wikipédico», no hay nada de prosa, nada de originalidad, no valoro esos textos como nada de lo que enorgullecerme, pero, bueno, esa parte quedó como cubierta, como de escribir. Escribía, aunque no me gusta, porque al final se convirtió en un trabajo, no era algo que me apasionara, pero como me daba de vivir fui tirando con eso durante los últimos diez años, hasta, más o menos, el 2023. Coincide más o menos la crisis de los 40: el blog, como única fuente de ingresos y a la que me dedicaba al 100%, en un momento dado cayó por completo por culpa de Google; hubo una serie de cambios y yo dependía de las visitas de Google, y esos cambios me hundieron. También yo estaba un poco descontento por aquella forma de escribir que no me satisfacía y empecé a probar con los relatos de forma más sistemática. Hasta aquel momento había escrito alguna cosas, muy esporádicamente. No tenía nada salvo una novela. Porque pensé que «No voy a empezar por relatos, lo haré por una novela». Me puse con la novela que tardé como cuatro años, me tomé mi tiempo, a veces muy intenso, otras muy de tanto en tanto, o la olvidaba durante meses. Y se quedó en el cajón. Sentí que ya no tenía más recorrido. Suelo frustrarme con facilidad y pensé «Esto no se me da bien», como imagino que le pasa a tanta gente que está en este mundo de la escritura. Y volví a abandonar. Con la caída del blog me animé a escribir relatos, las convocatorias; también conocí a Oriol Rubio, que nos empujamos el uno al otro a escribir. Con el mundo de las convocatorias se me abrieron los ojos. Porque no relacionaba escribir con relatos, yo pensaba en novela, en escribir la «gran novela». Cuando la hice me quedé descansado. Y con el tema de los relatos, vi que aquello no estaba mal. Me fui picando y en el 2023 me presenté a un montón de convocatorias. Y de ahí hasta ahora. La verdad es que ha sido una época muy productiva. El primer relato apareció en la revista Opportunity, de Pórtico, que además solo seleccionaban un relato entre muchos que participaron. Eso me hizo venirme muy arriba. Luego ya fue muchas sí y otras no. Pero pensaba que los relatos era lo mío y me presentaba a un montón de convocatorias. Pensaba que había descubierto mi gran vocación: los relatos. No eran las novelas. Luego la realidad me puso en mi sitio. En este momento estoy en una fase en la que no escribo nada. Llevo cinco meses en los que no he escrito una sola letra. Por tanto ¿cuándo empecé a escribir? Pues en serio el 2023 y paré en mayo de 2024. Mi trayectoria es de una año y unos pocos meses.

RyM: ¿Cómo compaginas tu día a día con la escritura?

Pruden: Se pisa un poco con lo comentado: no he encontrado nunca el hábito ni la manera de compaginarlo. Cuando empecé con la novela sí, tenía incluso una aplicación de hábitos, en la que marcaba cuántas palabras, muy friki: todas las noches no faltar a la cita de escritura. Lo conseguí durante tres meses. Por eso, con la novela sí que conseguí algunos meses de hábito, por las noches, pero luego con la pandemia y que nació mi hijo que tiene tres años y que el blog fue en caída libre y que necesito reencontrarme con el mundo profesional —estoy en ello—, no sé hacia dónde ir ahora, pues la escritura ha quedado aparcada. Por ello no lo compagino porque no encuentro ningún momento que me parezca bueno para escribir, siempre hay otras prioridades y realmente sigue siendo una cosa que quiero hacer, pero ya no encuentro el momento, o no tengo la ilusión, o no me parece tan importante como me lo ha parecido este último periodo. Ahora estoy en un coworking, tengo ahorros como para unos dos años y quiero empezar, digamos, de cero. Por un lado intentando resucitar el blog, aunque no va a ser lo mismo; una lástima porque salió incluso en el ranking que publicó El País de los más leídos. Pero el golpe de Google me hace plantearme otras cosas y ver hacia dónde voy ahora. Incluso pensé que lo ocurrido era que la vida me está mandando una señal y el hecho de la caída del blog es el momento de dedicarme al 100% a la escritura. Pero no creo que sea el camino en lo que respecta al sustento económico. Iré por otros temas.

RyM: ¿Escribes a lo largo de tus viajes? Muchos autores consideran que viajar es una gran fuente de inspiración. ¿Se alimentan estas dos aficiones una de la otra? ¿O son independientes?

Pruden: No. Durante los viajes no escribo, no tomaba notas para el blog. Hacía fotos o me guardaba información variada que recopilaba (que me suministraban) del viaje. Intentaba ir con la mente despejada porque nunca he viajado profesionalmente: siempre ha sido con mi pareja, y ahora con mi familia, sin un enfoque profesional. No quería convertir el viaje en trabajo. Cierto que hacía muchas fotos para que luego no me faltase nada. Pero cierto que, en cuanto a los relatos, me inspiran muchísimo, ya que la mayoría de mis relatos son viajes, alguien va hacia alguna parte, alguien explora algo, la novela era todo un viaje. Inconscientemente está ahí, no es un planeamiento voluntario, y entonces surge el viaje, la exploración, la aventura.

RyM: ¿Qué te impulsó a participar en la Antología de Relatos y Mentiras?

Pruden: Bueno,en ese momento como estaba a tope era una de las que más me gustó. Intentaba ir a todas las que pudiera que estuvieran relacionadas con la ciencia ficción, pero lo que, digamos, me decantó, lo que lo puso en la lista de prioridades fue el tema, o sea, primer contacto: me gusta mucho y por entonces llevaba una serie de relatos escritos y ese tema no lo había abordado. Fue una oportunidad para ponerme a ello. Cierto que en el fallo sufrí porque veía que no salía mi nombre y quería estar dentro.

RyM: Coméntanos algunos libros que piensas que te han influido. Recuerda que la antología es de ciencia ficción: depende de tu respuesta que consideremos que sigas siendo el ganador…

Pruden: Lo que me desbloqueó todo, ya no el hecho de querer escribir y ver el mundo de la literatura como algo que hasta ese momento veía como un «rollazo» —sinceramente, en el instituto no tenía ninguna vocación ni me interesaba nada la literatura—, fue la asignatura de Literatura universal, que era una optativa, en la que éramos ocho alumnos y la profesora tenía la libertad de traernos aquellos libros que nos podían encajar mejor y, bendito momento, me aconsejó Crónicas marcianas. Esto me abrió un mundo nuevo, me explotó la cabeza, porque no sabía que los libros también eran esto. Y Crónicas marcianas a día de hoy sigue siendo «mi libro» por todo lo que representó. El que tengo como gran referencia, el que me hizo pensar que había un mundo que no me quería perder, de buenas historias, y que me llevó a enfocarme a la ciencia ficción. Luego ya cayeron las distopías clásicas: Nosotros, 1984, Un mundo feliz, Fahrenheit 451, Rebelión en la granja… Al principio solo pensaba en la ciencia ficción como distopías, no pensaba que era otra cosa. Luego abrí miras y he terminado casi por no leer nada —obsesionado— que no sea ciencia ficción. También voy a un club de lectura desde hace cuatro años que es de ciencia ficción.

RyM: ¿Utilizas las RRSS para la promoción? ¿Consideras que son un beneficio o que el tiempo de uso no compensa el esfuerzo?

Pruden: Cuando tenía el blog disponía de RRSS, todas las habidas y por haber, no porque me gustasen demasiado, sino porque era lo que había que hacer. Había que estar ahí. Poco a poco empecé a cerrar algunas. Twitter fue de las primeras; dije: ¡Hasta luego, Twitter! Con el blog tampoco me aportaba gran cosa, y aunque disponía de más de once mil seguidores (se refiere a las RRSS del blog), no me llevaba a ninguna parte: me agobiaba, malos rollos, polémicas. No me gustaba el ambiente, soy del trato cara a cara y no me gusta participar en debates ni liarme, que siempre es fácil que se lie. Dices cualquier cosa y es fácil que alguien se pueda sentir ofendido. Nunca me han gustado demasiado, pero las tenía. Incluso con un amigo teníamos una pequeña agencia de comunicación donde muchas veces gestionábamos RRSS digital, hasta profesionalmente me metí un poco; luego me quité. Para mí, como escritor, cuando empecé, me abrí Twitter para estar un poco ahí, para ver qué se movía, y como voyeur: creo que es interesante ver lo que se mueve, qué convocatorias hay, qué se cuenta la gente, aprender un poco, pero participar…, poco, no sale de mí hacerlo. Estaré ahí de momento, para estar en contacto con el mundillo, pero preferiría no seguir.

RyM: Háblanos de tu relato, Wörmaller. Explícanos un poco cómo surgió la idea, si ya la tenías en mente o si la modificaste para la ocasión.

Pruden: No tenía nada sobre el tema. El relato lo escribí desde cero para la antología, pensando desde el minuto uno qué podía aportar, darle una vuelta; aún sabiendo que no hay nada original en este mundo, que todo está escrito y todo está dicho; intentar que no fuera lo de siempre y con esa vocación, y justo coincidía que hacía poco había empezado a estudiar un par de asignaturas en la UNED de Prehistoria. Entonces, dije: Bueno, es una motivación, y de todo esto surgió el relato.

RyM: ¿Tienes planes de escritura a largo plazo? ¿Sigues participando en convocatorias o estás preparando algo más extenso y personal?

Pruden: Ahora mismo me encuentro en un bloqueo absoluto, en un parón total. Estoy recuperando la ilusión aquí, porque hace unos meses, si me preguntabas, me daba igual seguir escribiendo, era como si me hubiese agotado, como si se hubieran quemado los cartuchos: ya no tengo nada más que hacer, ya no va a cambiar mucho la cosa, no hay proyección. Como si me hubiese estancado. En un año me veía que no tenía nada más que hacer. Me he reactivado este septiembre, no sentía que hubiese mejorado mucho del primer relato al último: del primero que escribí el relato en una noche, en un par de horas, y me seleccionaron para la revista (Opportunity), y en cambio luego me costaba mucho, para tener un relato estaba un montón de tiempo, no encontraba algo que me interesara…, cada vez se me hacía más pesado. Entonces, ahora, tengo ganas de volver a escribir. No lo estoy haciendo pero, al menos, he recuperado las ganas. Ahora falta ver si me pongo. 

RyM: ¿Tienes otras aficiones?

Pruden: Muchas; demasiadas.En algunas me autocensuro: quería empezar con guitarra y dije, no no, déjate de líos; empezar de cero otra cosa más. Lo cierto es que viajar es lo que ha dado sentido a mi vida. Todo lo demás flojea. Siempre dudo, vuelvo para atrás, vuelvo a comenzar, cuando lo tengo todo cambio de opinión: el cine ya no, esto sí, aquello no…, ahora me gusta esto, ahora lo otro… Y viajar es una de las cosas que cubre tantos palos, que me cubre muchas necesidades, y me sigue apasionando y gustando. El resto de aficiones van y vienen. Podría decir ajedrez, durante una época me dio y ahora hace años que no juego. Soy futbolero, una de mis pasiones más mundanas. Ahora me ha dado por la Historia, pero si nos vemos dentro de unos años a lo mejor estoy estudiando…, ni sabría decirlo. Y esta forma de proceder la veo más problemática que ventajosa. No encuentro en qué especializarme, no encuentro nunca mi sitio en el mundo. No sé qué soy. Si alguien me pregunta ¿qué haces? o ¿a qué te dedicas?: Buena pregunta, le diría. Hace tiempo me que cuesta ubicarme. Siempre digo que sigo pensando en ¿qué quiero ser cuando sea mayor? Y ya van cuarenta y uno, y ahí estoy todavía.

RyM: ¿Qué libro estás leyendo en la actualidad? ¿Tienes alguna recomendación?

Pruden: Tengo entre manos el libro del club de lectura: Mirando atrás, de Edward Bellamy. Este libro es como una utopía, del que no comentaré más para no hacer un spoiler: trata de alguien que se duerme en 1887, despierta en el año 2000, y comienza a ponerse al día de cómo está el mundo. También recomendaría los que he comentado antes: Crónicas marcianas, todas las distopías clásicas, quizá Nosotros es la menos conocida de las clásicas, y, para barrer un poco para casa; que además lo leímos recientemente en el club de lectura: Membrana, de Jorge Carrión. Sorprende porque el formado es curioso. Como plafones de la exposición de un museo del siglo XXI, que está creado por IA. Cada capítulo es como un plafón. Este libro creo que habrá gente que lo detestará, es decir, es de esos libros que lo odias o lo amas, pero a mi me sorprendió y me gustó mucho.



RyM: ¿Cómo ves el panorama editorial?

Pruden: Me basaré para responder en la ciencia ficción.Lo primero es que desconozco por completo este mundo editorial. Lo que veo es que escribir parece que se escribe mucho, principalmente por lo que observo en Twitter, pero la masa lectora… creo que es pobrísima y que (para la ciencia ficción) necesita mucha más divulgación, porque creo que somos muchos más escritores de ciencia ficción que lectores hay sobre el tema. Por eso me parece preocupante que en ciencia ficción no haya nadie interesado y cuanto más me adentro veo menos conocimiento e interés general. Incluso la gente que lee mucho no sabe prácticamente nada de ciencia ficción. Tal vez te saben nombrar algún cásico y eso repercute en que el mundo editorial se dedique a otros «palos» en los que sacar partido.

RyM: ¿Crees que el relato es un formato en auge? ¿O piensas que sigue siendo considerado un hermano menor de la novela? Cierto que has comenzado tu entrevista hablando de una novela, por lo que tu primer contacto con la escritura no fueron los relatos ¿Está publicada?

Pruden: No, no lo está (la novela). Y la he movido. Los relatos me han dado «vidilla». Lo que ahora se me haría pesado y cuesta arriba sería plantearme una novela. Me ha gustado tanto el formato que pensaría en antologías: participar en alguna como la vuestra o hacer la mía propia. En una mía en la que me guste el tema que no ponerme a escribir una novela. Incluso como lector, con lo poco que sabía de técnicas narrativas, lo que me veía de entrada era la novela. Era mi formato preferido, lo que quería leer; de hecho lo que sigo leyendo. Es como lo primero que relacionas con la literatura. El relato parece como un hermano pequeño y, quizá, a mí lo primero que me cambió fue leer a Borges y Cortázar. Y Borges durante un tiempo me sentó mal, porque era algo tan bueno, tan genial, me hizo pensar y me bloqueó: si ha escrito esos relatos tan buenos ¿para qué voy yo a ponerme a escribir? Pensaba que si no hacía algo parecido a eso no merecía la pena nada. Me costó mucho cambiar esa perspectiva con esos autores que habían escrito relatos tan extraordinarios, me hizo pensar que «se dedique el que pueda asimilarse a ellos» porque yo estoy lejísimos. Aunque ahora lo veo con perspectiva.

RyM: ¿Qué opinas de la ANTOLOGÍA DE CIENCIA FICCIÓN: ¿PRIMER CONTACTO? ¿Participarías en otra convocatoria?

Pruden: De hecho, creo que lo que haré cuando vuelva a escribir es centrarme en antologías de ciencia ficción. Por lo tanto, ya no me presentaré a tantas revistas. Si no hay un poco de cara y ojos no lo haré. Buscaré el concepto de antología. Es el formato si vuelvo a ponerme en marcha. La vuestra entré por el tema aunque a vosotros (organizadores), en particular, por vuestro perfil, no os conocía personalmente, pero pensaba que estaría muy bien. De hecho, era una de aquellas en las que «quieres entrar». En algunas no he entrado y me han dolido. Pero en la vuestra era una que sabía que si no entraba me iba a doler mucho. De hecho, lo pasé fatal cuando (en el fallo) estaba viendo a los seleccionados y me veía fuera, sinceramente. Y me molestaba mucho y me estaba dando mucha rabia. Hasta que aparecí. Una alegría enorme. Muy contento viendo el enorme trabajo y la calidad de la publicación.

¿Haréis otra convocatoria?




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Edición en papel: https://amzn.eu/d/a6THmjl

Edición digital: https://lektu.com/l/relatos-y-mentiras/antologia-de-ciencia-ficcion-primer-contacto/23323

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