Prosa y verso. La una me permite crear mundos y meterlos en universos; el otro, intentar plasmar sentimientos. Así llevaba un tiempo escribiendo en solitario, participando en algunas antologías y fanzines.
Después llegaron colaboraciones a cuatro manos y ahora estoy aquí, rodeado de talento y grandes personas. Qué menos que agradecérselo a Libertad, quien me ofreció la idea de participar en el blog, y, por supuesto, a Eduardo, quien se arriesga a todo: «tal vez no he leído la letra pequeña del contrato…».
Escribo historias diversas con tendencia a la ciencia ficción; tal vez arranquen alguna sonrisa o reflexión. ¿Y poesía? Ah, aquí abunda el amor. No siempre correspondido, qué le vamos a hacer…
