INTRA, un libro para leer a oscuras

Intra, de Isabel Pedrero, es un libro chulo.

Podría usar un montón de adjetivos diferentes y más específicos, y voy a hacerlo más adelante. Pero si tuviera que resumir lo que me ha parecido en pocas palabras, debería indicar que me lo he pasado bien leyéndolo, que se me ha hecho corto y que es una de esas lecturas que te dejan buen sabor de boca.

Pero como mi mente es mucho más simplona que mis palabras, seguro que diría algo parecido a «está chulo». Ahora te voy a contar por qué. Presta atención, no sea que pierdas la oportunidad de leer un libro que te guste.



Vamos con un resumen de la trama: Alex es una chica que trabaja en una ciudad subterránea que se dedica casi en su totalidad a producir energía. Solo conoce esas ciudades interiores y la forma de vida de una sociedad minera, porque más allá de ellas, de las inmensas cuevas y la vida bajo tierra, solo hay vacío y la certeza de una muerte horrible.

No se puede salir de allí. Eso lo saben todos. ¿Verdad? Todos.

¿O no?

No todo el mundo piensa de ese modo, así que Alex va a poner a prueba esa teoría y va intentar encontrar los límites de la cárcel en la que vive sin darse cuenta.


Voy a empezar por lo que no me ha gustado, las sombras dentro de la narración:

El tono, en ocasiones, es a mi juicio algo juvenil. Los personajes parecen inmaduros. No poco trabajados, sino bisoños: son jóvenes con emociones adolescentes en situaciones de adultos, y eso es complicado de manejar. Sí, eso es lo que ocurre en la mayoría de novelas de aventuras protagonizadas por personas jóvenes, pero también es algo que me fastidia de esas novelas, así que…

Y se me ha hecho muy corto. Eso no debería ser algo malo, porque un libro, como una buena comida, siempre debería dejarnos con ganas de más…, pero creo que la historia está un poco descompensada. La última parte parece algo acelerada, como si le faltara el nivel de detalle y desarrollo que tiene la obra en sus primeros capítulos. No le falta nada, ojo, pero me hubiera gustado encontrarme una parte final más desarrollada.

Dicho esto, vamos a ver qué nos vamos a encontrar en los diferentes niveles de lectura.

Intra es una novela de aventuras amena y ligera, que al mismo tiempo toca algunos temas interesantes. ¿Es lícito el sufrimiento de unos pocos por el bienestar de muchos? Al leerla es inevitable pensar en Amanecer Rojo, de Pierce Brown, o en Los que se marchan de Omelas, de U.K. LeGuin. Plantea también otras preguntas cuyas respuestas no son fáciles. ¿La verdad es siempre la mejor opción? ¿Hasta qué punto podemos forzar a alguien a ser libre?

La autora podría ignorar estas cuestiones: sería más sencillo limitarse a contar las aventuras y desventuras de los protagonistas y con eso ya tendría una buena historia, pero nos sabría a poco. Si no te hacen pensar, las buenas historias se limitan a ser un entretenimiento. De todos modos, estas cuestiones son muy secundarias. No forman la parte más importante de la historia ni ralentizan la lectura: son el poso, la reflexión que queda cuando pasan unos días y las emociones de los personajes comienzan a desdibujarse.

Ese sería el tercer nivel de la lectura. El segundo, más evidente, es el emocional. El viaje va a colocar a Alex en situaciones comprometidas, que le obligarán a replantearse sus principios tanto como sus relaciones personales. Nada une tanto a las personas como el miedo, el esfuerzo y la necesidad, que también es lo mejor para saber de qué pasta están (y estamos) hechos.



Y el primer nivel, lo que nos encontramos de forma más evidente, es la aventura pura y dura. Descubriremos el mundo casi al mismo tiempo que las protagonistas, y eso hace que pasemos una página detrás de otra casi sin darnos cuenta.

Así que es un libro entretenido, ágil e interesante, de tono juvenil, que puedes disfrutar y profundizar en lo que cuenta desde ángulos muy diferentes. No tiene escenas escabrosas o especialmente duras que te dejen con mal cuerpo, así que también podrás leerlo por la noche sin tener pesadillas.


Ya tienes información suficiente para saber si este libro va a ser de tu agrado o no. Yo creo que sí lo será. Siempre hay tiempo para leer una obra de este tipo: no es muy larga, es entretenida y amena, plantea ideas interesantes y te dejará una buena impresión.

También te dejará con la sensación de que la luz es algo peligroso. Eso está logradísimo y te hará bajar un poco las persianas o la luz del ereader, si eres de los que cuando lees parece que te están sometiendo al tercer grado.



Hazle un hueco, que merece la pena. Especialmente si no sabes qué leer, que es uno de los momentos más peligrosos en la vida de una persona.

Se empieza por dejar de leer y se termina escuchando reggaetón. Para que veas si es grave.

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