RELATOS, FALSOS POEMAS, COSAS

Me gusta contar las historias por su principio. Y es lo que voy a hacer con relación a esta reseña.

Once upon a time

No tan típico.

Tengo una cuenta de Twitter. Como tantísima otra gente, por supuesto. Y ya sabéis cómo funciona: debido a mis gustos, en mi Twitter aparecen sobre todo tuits de asuntos escritoriles, tuits de gente como yo, “escritores”. Entre comillas pero de verdad: “escritores” del tiempo libre, de ese tiempo que robamos a nuestras familias, a nuestros otros hobbies, a nuestros momentos de diversión, a nuestro presente en general, y sobre todo, sobre todo, a nuestras horas de sueño. Los “escritores” de verdad, a los que nadie paga por lo que escribimos ni lo hacemos como medio de vida, sino como una forma de vivir. Porque, pese a todo, no entendemos otra. Nosotros, los “escritores”. A los que casi nadie leerá.

Pero bueno, no es momento de reflexionar sobre la futilidad de nuestra existencia.

A lo que iba.

Hace no mucho tiempo empezaron a aparecer en mi Twitter los tuits de un “escritor”. Quizá porque lo sigue alguno de mis seguidores. Los tuits eran algo kitsch, por definirlos de alguna manera. Extraños. Perturbadores. Pensé que su autor no era mas que un freak, uno más de los muchos que pululan por Twitter. Pero un día en que tenía algo de tiempo, me picó la curiosidad y entré a investigar su perfil. Y me encontré con alguien con un sentido del humor bastante afín al mío. Al menos en apariencia. Albricias.

Quise saber más.

Tiene un par de entrevistas publicadas. Las curioseé. Interesante.

Juan Francisco Marín (@JuanFra99090920) ha publicado tres libros. Una novela de humor; el título es Labrador de medianoche; no suelo leer humor, es algo que no me llama especialmente. Un libro tipo collage, titulado Relatos cortos, reflexiones, desvaríos, que en EEUU sale bastante caro adquirirlo, al menos en papel. Y su último libro, Relatos, falsos poemas, cosas, otra obra tipo collage. Que no esta disponible en amazon.com. Contacté con el autor. Me dijo que me lo regalaba firmado si yo pagaba el envío. Demasiada complicación. Al final lo compré por amazon.es y lo envié a casa de mis padres, quienes muy amablemente me lo remitieron a EEUU. Nunca 89 páginas impresas han gozado de historia tan compleja.

Llegó a mis manos hace unos días. Y lo leí de un tirón.

¿Qué contiene el libro? Pues exactamente lo que el título indica: algún que otro relato, muy breve; algún que otro poema, muy falso; y sobre todo cosas o quizá reflexiones, sentimientos, pensamientos varios y desvaríos plasmados en papel. Y humor, negro y sin azúcar, como a mí me gusta. Y dolor, mucho, dolor maduro.

Pero empecemos.

La cubierta. Me gusta. La compone una foto original. La autora es Andrea Cabeza. Mis felicitaciones. Es inquietante y bella al mismo tiempo. Le va al libro al pelo.

El texto en general. Sin mentir: Juan Francisco escribe bien. Pero bien de verdad. Con un estilo envidiable. Lo siento, pero cuando leo es en lo que más me fijo, más que en la historia en sí: en cómo está escrita. Me gusta que las comas estén en su sitio, que las palabras sean las que deben ser, precisas, que las construcciones sean correctas y bonitas, y que lo que se haya escrito sea inmejorable. Esto es arte. Cualquiera puede contar una historia con más o menos gracia. Lo hacemos todos en algún momento de nuestra vida, al margen de escribir. Pero no cualquiera puede pintar con palabras. Juan Francisco lo consigue. Esto es un don ―o un trabajo laborioso, un afán perfeccionista, da igual―, que no está al alcance de cualquiera.

¿Y el contenido? Juan Francisco trata los temas universales. Nos encontramos en este libro con el amor y sobre todo con el desamor. Con la decepción, el desencanto, de la vida en todos los sentidos. Quizá por una cierta crisis de la mediana edad, esa por la que pasamos muchos cuando por fin terminamos de despertar del sueño llamado juventud a la realidad del mundo, a su fealdad. Y con rabia. Y con indiferencia. El libro tiene pocas páginas, pero es denso. Hay que leerlo despacio, con calma. Asimilando. Se encuentra uno con joyas como estas:


Felicidad

“La felicidad son las pequeñas cosas”, suelen decirme. Pero yo aspiro a la eternidad. Aspiro y no llego. Y me veo atrapado en este infernal círculo vicioso… que prefiero un millón de veces antes que conformarme con las “pequeñas cosas”.

No es insatisfacción, es… Soy yo.


Da igual

O me atropellan los pensamientos o nada me importa, envolviéndome, frío, en una mente en blanco.

Quiero hacer el bien, pero os odio.


Me ha gustado. Sí. Y merece la pena.

¿Qué peros le pondría? He echado de menos un poco más de material. Pero entiendo que en un libro de este tipo, collage, un exceso puede ser fatal.

Y eso.

6 comments on RELATOS, FALSOS POEMAS, COSAS

    1. Me ha encantado la reseña, así como me ha admirado la capacidad de mirar al autor tan adentro, sin saber prácticamente nada sobre su vida.
      Yo, que algo sé, no podría haberla escrito mejor.
      Le agradezco sus palabras.
      Saludos

  1. No se puede comunicar con más sinceridad , emoción y profundidad . El estilo es inimitable y su vocabulario es preciso y rico. Es un libro corto en páginas pero denso en sus reflexiones, un libro para releer.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.