Libros sobre libros: el imprescindible Posteguillo

Santiago Posteguillo es un peso pesado de la literatura. En 2018 ganó el Planeta con Yo, Julia, pero hacía ya una década larga que empezó a publicar sus grandes sagas sobre la antigua Roma, las trilogías de Africanus y de Trajano, con las que ha cosechado fama y honores por todo el mundo.

Con un profesor como este, yo habría estudiado historia como si no hubiera un pasado.

Esto hay que verlo en el contexto de la literatura, claro. Hablamos de un escritor, no de un futbolista. ¿Es famoso? En su ámbito, sí.

Pero voy a comentar unos libros menos conocidos, que no cuentan una historia, sino muchas, y que no hablan de grandes personajes, sino de grandes creadores. Es su colección Historia de la Literatura, formada por artículos cortos sin más relación entre ellos que los libros y los autores. Es una lectura amena, interesante y curiosa, que da para muchas conversaciones y anécdotas en torno a un fuego o con una cerveza en la mano. Te va a encantar.

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La noche en que Frankenstein leyó el Quijote: La vida secreta de los libros

Aquí encontrarás varios artículos con curiosidades sobre la literatura, como el origen de la utilización del orden alfabético, la relación entre los pergaminos y los ebooks o la íntima conexión entre Dublín y la literatura a lo largo de los siglos.

Algunas son más interesantes que otras y en algunos casos quizá su inclusión está un poco forzada, como si su relevancia no fuera tanta como para merecer un espacio en el libro. Pero no se trata de dar un repaso por los grandes momentos de la literatura, sino de echar un vistazo a algunos de sus rincones. No es historia, es cotilleo, y por eso es ideal para leer un rato cada día, en plan “voy a aprender algo nuevo”. Para fijarlo en tu memoria, después de hacerlo se lo puedes contar a tu pareja, amigo o vecino, y quien sabe, quizá comiences una tradición que a saber dónde puede llevarte.

Merece la pena destacar el artículo que habla de mi querida Mary Shelley, autora de Frankenstein o el moderno Prometeo, y que está relacionada con el título del libro. Mary aprendió castellano para poder leer El Quijote en su lengua original. Eso es compromiso y amor por una obra, que recuerda la anécdota de Fernando Savater cuando leyó El Señor de los Anillos, en inglés, junto a un diccionario y una determinación envidiable.

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La sangre de los libros

Este es mi favorito. Las historias que cuenta son algo macabras, violentas y siempre muy intensas, y eso hace que no puedas dejar de leerlas. Mención especial requieren los artículos dedicados a Stevenson, responsable de la magia del mar y a quien debo mucho, muchísimo, como escritor y como contador de historias, y a Emilio Salgari, que puso fin a su vida de forma trágica y terrible y que cada vez que lo recuerdo me pongo un poco triste.

Una puntualización: algunas de las historias que se cuentan tienen orígenes complicados de rastrear. ¿Realmente hizo Virgilio un funeral a una mosca para evitar una expropiación de tierras? Según Nestor F. Marqués, autor de Fake News en la antigua Roma, eso no es más que un bulo cuyo origen no puede rastrearse más allá de principios del siglo XX, que parece estar basado en un poema atribuido al propio Virgilio.

El relato no pretende “engañarnos”, ya que esto lo dice también Posteguillo en su propio texto. En realidad no hace más que recoger la anécdota, pero por su propia naturaleza, y sabiendo que en Roma se tendía mucho a adornar la verdad, hay que tomarla con pinzas. El autor lo sabe y así lo expone. Esto no le resta interés ni disfrute, sino todo lo contrario: con esa aclaración, el lector se queda con la sensación de que todo es real mientras no te digan lo contrario. Un diez para Posteguillo por respetar el rigor histórico y compaginarlo con el disfrute de la leyenda.

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El séptimo círculo del infierno: Escritores malditos, escritoras olvidadas

En esta última recopilación de historias sobre la literatura, Posteguillo se centra en los aspectos más complicados de los autores, en sus demonios y sus infiernos personajes, aquellos que, de un modo u otro, moldearon sus vidas y por lo tanto sus obras.

No es un libro de historias truculentas y escabrosas. También nos cuenta el troleo de Doris Lessing al mundo editorial, por ejemplo, o cómo la tragedia personal de Kipling influyó en una obra vital y esperanzadora como El Libro de la Selva.

Es quizá el libro peor valorado de los tres, pero no sé muy bien por qué. Quizá se deba a que fue publicado cuando Posteguillo era más famoso, y muchos lectores se acercaron a él esperando encontrarse otra cosa, una obra de ficción, quizá, y no una recopilación de artículos. Eso sucede porque la gente a veces tiende a pensar que un escritor sólo puede escribir un tipo de libros determinado, y aunque ese argumento es muy válido, no es culpa del autor que a veces no nos molestemos leer las sinopsis. Si empiezo un libro de Anne Rice es porque quiero leer sobre vampiros o algo similar, y no quiero leer novela negra si en el título veo J.K.Rowling: quiero leer sobre magos y magia, no sobre asesinatos y detectives. Claro que para eso tengo a Robert Galbraith (guiño, guiño).

Esto da pie para un debate. ¿Debería un autor centrarse en un único género? La respuesta es irrelevante, porque tenemos la opción como lectores de informarnos antes de leer o de comprar un libro. La sinopsis, portada y publicidad de este tercer libro quizá no sean muy acertadas, pero no es culpa del autor y, desde luego, no podemos decir que es un mal libro porque “no se parece a Yo, Julia“. Los libros de recopilación de artículos de Pérez-Reverte se venden muy bien y nadie se rasga las vestiduras, que yo sepa, porque no sean una novela.

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No sé si con todo esto te habrá picado la curiosidad, pero deberías echar un vistazo a alguno de estos libros. Si te gusta leer y eres muy fan de las anécdotas de este tipo, como es mi caso, quizá algunas ya las conozcas. Eso no le resta frescura, interés ni gracia, porque este hombre, si algo sabe, es plasmar su magia en todo lo que escribe.

La versión digital me parece un poco cara, ya que La sangre en los libros cuesta menos de cuatro euros, pero los otros dos superan los cinco y los seis euros. Sin embargo, en tapa blanda los puedes adquirir por poco más de siete euros cada uno, y eso ya es otra cosa.

Son amenos e interesantes, y creo que cualquier aficionado a la literatura en general los disfrutará un montón. Si los lees y te gustan, acuérdate de mí y reza una oración por mi alma.

Ya sé que lo normal es pedir un like o algo parecido, pero yo soy más tradicional y más consciente de mis pecados. Y un comercial pésimo.

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